La
última reforma, que comienza tras finalizar la Guerra Civil Española, es de
mediados de los años cuarenta y se debe al insigne arquitecto D. Luis Menéndez
Pidal, Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y por aquel
entonces Arquitecto Conservador de Monumentos Nacionales.
En
la actualidad se puede acceder a la Santa Cueva por las escaleras del “perdón”
o de las “promesas” con sus 105 escalones y también por el túnel que hay desde
la explanada alta de la Basílica, construido en 1908 por César García de
Castro. Durante las obras de Menéndez Pidal, debido a la fuerte masa de aire
que entraba por este acceso, además de poder dar luminosidad y contar una
impresionante vista de la Basílica, hacia la mitad se abrió un hueco donde se
colocaron tres cruces de piedra. Éstas, en su base, llevan una inscripción en
letras romanas que corresponde al año en el que fueron colocadas: MCMXLIV.
(1944).
Si
la opción elegida para el acceso a la Santa Cueva es la de las escaleras de las
promesas antes de entrar en la antecueva nos encontraremos con un medallón de
bronce en el que aparece la efigie de Juan XXIII, obra del escultor Gerardo
Zaragoza, que recuerda la visita realizada en 1954 por el Cardenal Patriarca de
Venecia, Giusseppe Roncalli, futuro Juan XIII.
La inscripción dice lo
siguiente:
“YO AMO
A LA MADONNA DE COVADONGA COMO LA AMÁIS VOSOTROS LOS ASTURIANOS. TENGO SU
IMAGEN EN MI DORMITORIO Y PARA ELLA ES MI PRIMERA ORACION DE LA MAÑANA”.
La
verja-puerta de hierro forjado con la que nos encontraremos al finalizar tras
los últimos peldaños es obra del cerrajero de Toledo Julio Pascual.Su inscripción nos dice:
DE ENTRE LAS ROCAS, SOBRE LAS CUMBRES,
SURGIÓ ESPAÑA.
A
nuestra derecha, podemos ver una gran pila
de agua bendita, tallada en piedra, con la inscripción ideada por el
canónigo del Santuario el M. I. don Martín Andréu Valdés:
AQVAE * SITIENTI
* POPVLO * DE
PETRA * PRODVCTA+
+ IN * NOMINE PATRIS
+ ET FILII +
ET SPIRITUS SANCTI + AMEN +
(“Santa e inocente criatura del agua sacada
de la roca para el pueblo sediento. En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén”).
Enfrente,
hay dos lápidas de piedra que recuerdan la visita de la Reina Isabel II al
Santuario. La de la derecha dice:
EL DÍA 28 DE AGOSTO DE 1858
SS. MM. Y AA. RR. LA REINA DE ESPAÑA
DÑA ISABEL II, SU AUGUSTO ESPOSO
D. FRANCISCO DE ASÍS
Y LOS SERENÍSIMOS SEÑORES
D. ALFONSO, PRÍNCIPE DE ASTURIAS,
Y Dª. MARÍA ISABEL
FRANCISCA DE ASÍS,
INFANTA DE ESPAÑA.
EN DICHO DÍA Y EN ESTE MISMO SITIO
LES FUE ADMINISTRADO A SS. AA. RR.
EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION
y la
de la izquierda:
EL 28 DE AGOSTO DE 1858
DESPUÉS DE RECORRER
APOSTÓLICAMENTE TODA ASTURIAS
SAN ANTONIO MARÍA CLARET,
PEREGRINO DE LA SANTINA,
CELEBRÓ LA EUCARISTÍA
EN ESTA SANTA CUEVA.
Subiendo
los últimos nueve peldaños que hay hacia la cueva encontramos otra puerta de
hierro forjado construida en los talleres de Lorenzana, de Oviedo, siendo la
crestería, friso y cerrojo realizados por el anteriormente nombrado Julio
Pascual.
Su
inscripción por el lado de la antecueva es la siguiente:
*AVE MARIA - GRATIA PLENA,
DOMINVS TECVM, BENEDICTA TV
IN MVLIERIBVS *
Una
vez dentro del lugar Santo, a nuestra derecha leemos una inscripción que nos
recuerda que:
“En Covadonga nació la Institución Teresiana
fundada por Pedro Poveda
Canónigo de este Cabildo
1906 -1913”
Tanto
el frontal como la exedra fueron labrados por Juan José García, siendo quizás,
en los años en que realizó estos trabajos, el más elevado representante de la
orfebrería en España.
A
la derecha, excavado en la roca, se encuentra el sepulcro de don Pelayo.
Enterrado junto con su mujer Gaudiosa y su hermana en una iglesia cercana,
llamada Santa Eulalia (o Santa Olaya) de Abamia (Corao), posteriormente sus
restos fueron trasladados a la Santa Cueva en tiempos de Alfonso X “el Sabio”. Pudiera ser que se llevara
sólo algún resto, porque según comenta el Conde de la Vega del Sella, en su
obra, El dolmen de la Capilla de Santa
Cruz, (Memoria
núm. 22. Junta para la Ampliación de Estudios, 1919, pp. 37-38): “Según
versión oída a un testigo presencial, en la visita que hizo el Rey Alfonso XII
al Santuario de Covadonga, fueron examinados los sepulcros que allí se
encuentran, no hallándose en el de Pelayo más que un fémur de grandes
dimensiones y una chapa delgada de plata en forma de doble cinto”.
En
un principio debió ocupar el sepulcro un lugar en el centro de la cueva, siendo
trasladado después del incendio de 1777 al lugar que hoy ocupa. Desde entonces,
sólo se han hecho en él pequeñas variaciones en su cerramiento. La inscripción
que hay en su tumba dice lo siguiente:
AQVI YAZE EL S REY DON PELAIO
ELLETO EL ANO DE 716 QVE EN
ESTA MILACROSA CVEBA COME
NZO LA RESTAURACION
DE ESPA
NA BENZIDOS LOS MOROS FALLECIO
ANO 737 Y LE ACOPAÑA SS MVSER Y ERMANA
(Aquí yace el señor rey don Pelayo,
electo en el año de 716 que en
esta milagrosa cueva comenzó
la restauración de España.
Vencidos los moros, falleció
en el año 737 y le acompaña su mujer y su hermana).
La
fecha grabada (716) es una errata de quien la esculpió ya que debería decir
718, año en el que Pelayo es aclamado como líder de la insurgencia cristiana.
Más
escondido, en una covacha que hay entre el sepulcro de Pelayo y la imagen de la
Virgen, se encuentra el de su yerno, Alfonso I “el Católico”, el cual descansa
junto con su mujer Hermesinda, hermana del rey Favila. Fue devuelto a su
anterior emplazamiento durante la reforma realizada por el Obispo don Benito
Sanz y Forés. En él podemos leer la siguiente inscripción:
CO Y SANTO REI DON
ALONSO EL PRIMERO
I SV MVGER DONA ERME
NISENDA ERMANA DE DON
FAVILA A QVIEN
SVZEDIO.
GANO ESTE REI MVCHAS
VI
TORIAS A LOS MOROS.
FALLECIO
EN CANGAS ANO DE 757.
La capilla actual sustituye a la anterior diseñada por
el alemán Roberto Frassinelli y también es obra de Luis Menéndez Pidal. De
línea clásica y estilo neorrománico, dentro acoge el Sagrario y está cubierta
de madera dorada y policromada por el artista valenciano Juan Talens. En sus
muros laterales interiores tiene la siguiente inscripción:
A FILIO VERAM NUTRITIONEN AD
VIAN SUSCIPIENTES
EX ADIPE – ENIM –
FRUMENTI CIBAVIT-
ET DE PETRA MELLE
SATURAVIT.
(Recibiendo de la madre la victoria – y
- por
medio de ella - del hijo, el verdadero alimento
para el camino - pues les alimentó con abundancia de trigo y los hartó con miel de la roca).
La
inscripción, al igual que la de la pila de agua bendita que hay a la entrada de
las escaleras de las promesas, fue realizada por el M. I. D. Martín Andréu
Valdés, canónigo de Covadonga.
La campana de la capilla
ha sido realizada
según el diseño de Menéndez Pidal y regalada por el Ayuntamiento de Gijón el
día del voto a la Santina. (Esta era una tradición en la que algunas
Instituciones Asturianas ofrecían como ofrenda a la Virgen un regalo o presente). Fundida en los talleres Adaro de la misma
villa, en su aleación se emplearon diez kilogramos de plata. La inscripción que
lleva fue pensada por el escritor de Gijón Eduardo Bonet y dice lo siguiente:
LLAMO AL PEREGRINO A LA MORADA DE SANTA
MARÍA DE COVADONGA, INSPIRADORA DE PELAYO,
REY DE GIJÓN.
DONADA POR EL ILTRE. AYUNTAMIENTO DE
GIJÓN. EN CONMEMORACIÓN DE SU VOTO
A COVADONGA – VII – SEPT – MCMXLIX.
En
la parte delantera lleva el Escudo de Gijón, mientras que en la posterior
aparece representada la Cruz de la Victoria.
En
la actualidad esta Capilla se utiliza como Sacristía aunque, anteriormente, en
los días más crudos de invierno, cuando era poca la gente asistente, se solía
celebrar en ella la misa.
Hay
también, en la Cueva, entre la capilla y la imagen de la Virgen, un sillón
episcopal que descansa sobre dos osos, obra del escultor Gerardo Zaragoza.
Tallado en piedra marmórea rojiza extraída del propio monte Auseva en su
respaldo lleva el anagrama de Cristo, llevando grabado en sus laterales el
nombre de los Obispos que pasaron por el gobierno de la diócesis durante el
tiempo que duraron las obras de la Santa Cueva y que son los siguientes:
En
lado derecho:
D. D. Emanuelle Arce
Ochotorena
MCMXXXVIII- MCMXLIV
et
D. D. Bernardino de
Arriba Castro
MCMXLIV-MCMXLIX
Pontifical in Dioce.
Oveten. Muria
Obeurtivus
En
el lado izquierdo:
D. D. Francisco Xav.
Lauzurica Torralba
MCMXLIX Pontifical
Dioce. Oveten. Muria
Obeurtibus.
El ambón del Evangelio, construido en bronce dorado, tiene
forma de águila y ha sido una ofrenda del Ayuntamiento de Avilés a la Virgen.
Su autor es el mismo que el de las puertas de entrada y lleva la siguiente
inscripción:
OFRENDA A LA SANTISIMA VIRGEN DE
COVADONGA DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO
DE AVILÉS Y SU CONCEJO.
8 DE SEPBRE. MCML
AVE MARIA, GRATIA PLENA, DOMINUS TECUM.
Javier Remis Fernández
Cayo González Gutiérrez