sábado, 28 de agosto de 2021

 SANTUARIO DE COVADONGA

HORARIOS DE  MISAS VERANO 2021

                                LUNES A VIERNES                         SÁBADOS DOMINGOS Y FESTIVOS

09:00 h. Basílica                                        11:00 h. Basílica 

12:00 h. Basílica                                        12:00 h. Basílica 

13:30 h. Basílica                                        13:30 h. Basílica 

18:00 h. Basílica                                        18:00 h. Basílica

Rezo del Santo Rosario a las 17:00 h. en la Santa Cueva

(Por motivos del COVID-19 todas las misas se celebran en la Basílica)

sábado, 9 de febrero de 2019

Palacio Valdés y Pérez Galdós en Covadonga


Muchas son las personas que a lo largo de la historia han visitado el Santuario de Covadonga y nos han dejado testimonio de su paso por este maravilloso lugar. Uno de ellos ha sido el escritor y crítico literario asturiano Armando Palacio Valdés, quien en su niñez sufrió un aparatoso accidente al caerse del caballo que montaba. Tras haber estado bastante enfermo, una vez restablecido le dijo a su madre que se había ofrecido a ir en peregrinación al Santuario de la Virgen de Covadonga.
    Como él mismo narra en la revista La Esfera, justo ahora hace cien años: “Me ofrecí, sí, pero fue después de hallarme bueno, y no por devoción, sino por el gusto de visitar el paraje donde se había iniciado la Reconquista”.
    Ese niño de buena posición no había descubierto todavía la belleza de Covadonga, recreada como un pequeño paraíso que sigue atrayendo, a lo largo de los siglos, a infinidad de peregrinos y visitantes en busca de una experiencia en plena naturaleza o que suplican paz y consuelo a la madre del Creador.
    Rápidamente su madre, Eduarda, se apresuró a dar cumplimiento a la promesa de su hijo y preparó el viaje que llevaría a Palacio Valdés a conocer Covadonga. Llegaron a última hora de la tarde, cuando ya el sol se estaba poniendo. Fue tanta la emoción que sintió al elevar los ojos, ver abrirse la vegetación y encontrarse con la tenue luz que alumbraba aquel agujero negro en el centro de una gran pared de roca caliza que su corazón comenzó a latir con fuerza, y su mente lo transportó a ese época en la que Pelayo buscó refugio y amparo en los huecos del monte Auseva. Al pisar el santuario no pudo más que exclamar: “¡Santiago y cierra España!”. El cochero, que estaba bajando las maletas, al escuchar la expresión, quedó tan sorprendido que soltó una gran carcajada al ver que aquel niño era capaz de hacer públicos unos sentimientos que muchos albergaban dentro de sí.  
    Volvió de nuevo Palacio Valdés a Covadonga en 1879, esta vez acompañado de su ilustre amigo y compañero Benito Pérez Galdós, autor de obras tan conocidas como Fortunata y Jacinta, Doña Perfecta o El Amigo Manso, libro en el que utiliza su ironía para poner en ridículo a una sociedad que menospreciaba el conocimiento, dando sólo crédito a las apariencias, y en el que describe la zona de Parres y Covadonga. A Pérez Galdós quiso enseñarle los paisajes de abundante vegetación, altas rocas y el fluir de las aguas que tanto le impactaron en su primera visita. Recorrieron los principales parajes con más curiosidad que unción, estudiaron los diferentes tipos de labriegos de la zona, interrogaron a los canónigos, compraron algún recuerdo para sus respectivas familias y escucharon las curiosas versiones que tanto eclesiásticos como seglares les contaron sobre los hechos allí sucedidos. De este modo, casi sin darse cuenta, les llegó la hora de cenar y de acostarse. Si duras estaban las chuletas que les sirvieron, más dura encontraron la cama donde habrían de dormir aquella misma noche. Tras un largo rato de conversación sobre libros, novelas, discusiones del Ateneo, críticos y editores, acabaron sucumbiendo al cansancio de la jornada y durmieron toda la noche sin pensar en las incomodidades ni en dónde se encontraban.
    A pesar de no ser muy piadoso, no sería esa la última vez que Palacio Valdés pisara Covadonga. Transcurridos los años -ya como escritor consagrado-  regresó al santuario del monte Auseva. El memorable suceso allí ocurrido – como él mismo relató – esta vez se le apareció bajo otra luz distinta.  Aquella gran hazaña de lucha de guerreros astures contra los sarracenos, que en su niñez parecía engrandecerse aún más, hoy la veía desde otro enfoque: “Es casi seguro que en la batalla de Covadonga no peleasen más de trescientos cristianos contra una pequeña columna sarracena que salió en su persecución, como afirman los historiadores árabes. Pero aquellos cristianos eran un símbolo, y un símbolo no tiene límites. Poned trescientos mil y será muy poco, poned tres millones, y lo mismo. Porque aquellos cristianos encarnaban la moral y el derecho: toda la justicia se hallaba entre sus manos en aquel momento. Los hechos no tienen más valor que el que nuestra alma les quiere dar”, decía.
    A los pies de la Santina reflexionó sobre la humanidad que “no vive de guarismos, sino de verdad, de justicia, de belleza, de valor y de genio. Y cuando todo esto se reúne a la vez, como en la inmortal batalla de Covadonga, no debe sorprender que la Virgen la dirigiese y los ángeles hayan asistido a ella”.
    Palacio Valdés, cuando le sorprendía una gran emoción, no era capaz de reprimirla y la dejaba escapar en frecuentes exclamaciones de entusiasmo. Sin embargo, muchas son las personas acostumbradas a vivir en bellos parajes y no ser capaces de apreciar la belleza que los rodea. Donde unos ven simples rocas, otros ven un paisaje sin igual; donde unos ven el escenario de una gran batalla, otros lo tildan como un paraje donde, una simple escaramuza, comenzó la rebelión de Pelayo.
    Por lo tanto, como nos dice la conocida frase del poema de Ramón de Campoamor: “…nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con el que se mira”.

Javier Remis Fernández.
(Museo de Covadonga)

sábado, 12 de enero de 2019


Ya se puede ver a la Santina en directo desde cualquier parte del mundo
Desde el pasado jueves, 10 de enero, ya se puede ver, en tiempo real, a la Virgen de Covadonga desde cualquier lugar del mundo a través de un canal de YouTube gracias a una cámara instalada en el lateral de la capilla de la Santa Cueva.
La emisión en streaming las 24 h. del día hace posible que cualquier persona, indistintamente del lugar donde se encuentre, tenga hilo directo para contemplar a la “Reina de Nuestra Montaña” sólo con entrar en: Santa Cueva – Santuario de Covadonga – 24 h.  del canal YouTube.
Acercar la Santina a todos los fieles que no puedan acercarse hasta el Santuario, por cualquier circunstancia, es una de las prioridades del Cabildo del Santuario, como ya mostró el pasado mes de septiembre de 2018 cuando comenzó a retransmitir en pruebas las celebraciones de la Novena en honor a la Virgen y el día de su festividad.
De este modo, cualquier persona con acceso a internet podrá seguir a través de la red las celebraciones religiosas que se llevan a cabo en la Santa Cueva, como por ejemplo la misa diaria de las 13:30 h. (de lunes a viernes), la de las 11:00 h. (los sábados, domingos y festivos) o el rezo del Santo Rosario que tiene lugar todos los días a las 17:00 h. 
Próximamente, a esta retransmisión en directo, se le unirán las celebraciones que se lleven a cabo en la Basílica, con lo que se pretende llegar al mayor número de fieles en todo el mundo, igual que sucede en otros santuarios internacionales como el de Fátima, en Portugal, Lourdes, en Francia o Guadalupe, en México.




jueves, 10 de enero de 2019

El Cabildo de Covadonga adquiere el libro más antiguo sobre la historia del Santuario gracias al apoyo de la Fundación Banco Sabadell.


El Cabildo de Covadonga presentó el pasado 8 de mayo de 2018 a los medios de comunicación la adquisición del libro “Spelunca B. Mariae de Covadonga in Asturiis Hispaniarum Montibus” (Cueva de la Santísima Virgen de Covadonga en los Montes de Asturias), el libro más antiguo conocido, hasta el momento, que habla de manera específica sobre la historia del Santuario.
El entonces Abad de Covadonga, don Emiliano de la Huerga, nos recordaba en una de sus publicaciones la existencia de este libro editado en Bruselas en 1635, y escrito por Josephus Geldolphus Van Ryckel. Por desgracia, en aquellas fechas, el Santuario lamentaba no contar con ningún ejemplar en su archivo.
Hasta hace dieciocho años sólo se tenía referencia de la publicación de esta obra por los datos que Nicolás Antonio nos proporciona en su Bibliotheca Hispana Nova, editada en Madrid en 1778, aunque erróneamente la databa en 1525. Debemos dar gracias a Santiago Caravia y María Jesús Villaverde Amieva, quienes al elaborar un trabajo para un curso sobre biblioteconomía organizado por la Biblioteca de la Universidad de Oviedo, localizaron tres ejemplares; uno en la Biblioteca Real de Bélgica y otros dos en la Biblioteca Nacional de España, donde uno de los cuales perteneció al gran historiador, bibliófilo y miembro de la Real Academia de la historia Pascual Gayangos.
En el mes de junio de 2001 se expuso por primera vez al público un ejemplar como el que hoy se presenta en Covadonga. Fue en la exposición conmemorativa del primer centenario de la basílica “Covadonga, Iconografía de una devoción”, y llegaba procedente de la Biblioteca Nacional Española. Ha sido un privilegio poder contemplarlo en el mismo lugar del que habla.
Dos años más tarde, el Gobierno del Principado de Asturias adquirió en una casa de subastas madrileña otro ejemplar que hoy es custodiado en la Biblioteca de Asturias Ramón Pérez de Ayala. Este se cree procedente de la biblioteca de los duques de T’Serclaes, familia aristocrática afincada en Sevilla, y por suerte no se encontraba entre los volúmenes que, a principios del siglo XX, Archer M. Huntington compró a los duques para incrementar la biblioteca de la Hispanic Society de Nueva York.
Desde el Santuario de Covadonga hace un tiempo que se conoció de la existencia de otros dos ejemplares en manos privadas. En cuanto se supo que uno de ellos iba a salir a la venta, el Cabildo inició las gestiones oportunas para adquirirlo y de esta forma ir recuperando ese fondo bibliográfico que primero un incendio, en 1777, y después las guerras de la independencia y la guerra civil española habían ido fragmentando. 
Tras recibir el apoyo de la Fundación Banco Sabadell, el pasado mes de septiembre, el Santuario de Covadonga adquirió este ejemplar que se encuentra en perfecto estado de conservación.
La obra, escrita en latín, contiene tres grabados: uno de cabecera, cargado con  símbolos victoriosos, columnas y pirámides; otro de la Virgen María que aparece, sobre el escudo del Cardenal Infante don Fernando de Austria, con el Niño en el brazo izquierdo y una bola del mundo coronada por una cruz, en la mano derecha; y por último el de un caballero teutón que viste armadura cubierta por una capa y porta en la mano izquierda una espada mientras sujeta un escudo con la diestra. A sus pies se puede leer la leyenda: LANTCOMMANDEVR. Aunque la iconografía de la Virgen difiera de la venerada por aquel entonces en el Santuario, se supone que ésta hace referencia a la Virgen de Covadonga. Nos encontraríamos entonces ante la que, actualmente, es la representación iconográfica más antigua conservada de la Santina.  

A pesar de que Ryckel, Abad de Santa Gertrudis de Lovaina, nunca debió visitar Covadonga se puede decir que era conocedor de su historia a través de la bibliografía de la época. Tras el fallecimiento, el 17 de agosto de 1635 del humanista, diplomático y escritor español, Francisco de Moncada, III Marqués de Aytona, le dedica esta obra en el que ensalza su figura y la de sus antecesores en un prólogo en el que relata los méritos de quien fuera gobernador de los Países Bajos y hombre de confianza de Felipe IV y del Conde-Duque de Olivares.
En el libro nos cuenta cómo al morir don Rodrigo, don Pelayo, hijo de un jefe cántabro, incita a los lugareños a sublevarse contra la conquista islámica y cómo las tropas cristianas se alzan con la victoria gracias a la intercesión de la Virgen. También nos dice que los refugiados en los montes de Asturias no eran más que un pequeño grupo de hombres que, desde el monte Auseva, lanzaron piedras sobre un ejército más fuerte y mejor armado que el suyo.  
A la hora de hablar de Covadonga tampoco se olvida de que los hechos que allí sucedieron marcarían el devenir del origen del Reino de Asturias, una de las efemérides de la que este año celebramos su decimotercer aniversario, y detalla una relación de reyes de Asturias y León que continuaron el linaje de don Pelayo.
Con la adquisición de esta obra vemos como el Santuario de Covadonga y la Fundación Banco Sabadell se preocupan por recuperar y divulgar piezas que en su día se encargaron de difundir la historia de un enclave de capital importancia en la historia de Asturias y en la historia de España.
Javier Remis Fernández
(Museo de Covadonga)

lunes, 30 de julio de 2018

Alfonso XII, Marqués de Covadonga.


Es bien conocido que tras el nacimiento de Alfonso XII, hijo de la reina Isabel II y de Francisco de Asís, a éste le fue otorgado el título de Príncipe de Asturias, pero muchas personas desconocerán que, el futuro rey, llegó a utilizar en varias ocasiones el falso título de “Marqués de Covadonga”.

Alfonso de Borbón y Battemberg nació en el Palacio Real de Madrid el 28 de noviembre de 1857. Siendo aún niño, su madre fue destronada por la Revolución de 1868, popularmente conocida como “La Gloriosa”. Ese hecho obligó a la familia real española a partir hacia el exilio, e Isabel y Francisco se establecieron en París, por separado. Allí, el joven Alfonso ingresó en el Colegio Stanislas aunque, apenas un año más tarde, el 29 de septiembre de 1869, la familia se trasladó transitoriamente a Ginebra, donde Alfonso acudió a la Academia Pública de esa ciudad hasta su regreso a Francia.

En el forzado abandono de España hacia la capital francesa, acompañó a Isabel II Severo Catalina, quien fue ministro de Marina y de Fomento en los gobiernos de Narváez y de González Bravo, respectivamente. A él es a quien encarga la soberana varias misiones confidenciales. Entre ellas la de gestionar ante el Vaticano que el Papa Pío IX la reciba en audiencia en compañía de su hijo y de las infantas, dando a entender de este modo la afinidad del Santo Padre con el derrocado régimen y el rechazo a la situación política que se estaba viviendo en España. La estrategia a seguir fue que el Sumo Pontífice accediera a administrar a sus hijos los sacramentos de la Eucaristía y de la Confirmación, ocasión que aprovecharía la madre para acompañarlos e intentar obtener el apoyo a la derrocada monarquía borbónica. Lejos de todo esto, la Corte Pontificia, haciendo uso de su habitual diplomacia vaticana, rechazó recibir a la reina y sólo consiguió permiso para que el príncipe Alfonso, utilizando el falso título de “Marqués de Covadonga”, fuera recibido por Su Santidad.

“El Marqués de Covadonga” salió para Roma el 20 de febrero de 1870 acompañado de un séquito de hombres de confianza de la reina. Realizó el viaje en tren hasta Marsella y, desde allí, a Civitta Vecchia, en barco. Cuatro días después llegó a su destino. El Papa recibió a su ahijado como si de un rey se tratase. Ordenó formar su guardia para rendirle honores y él mismo salió a recibirle a pie de escalera, junto a una corte de cardenales encabezados por monseñor Pacca. Después, lo invitó a adentrarse en sus aposentos, donde le enseñó un retrato suyo y otro de su madre, antes de departir con él, al menos, durante media hora. Eran fechas en las que se estaba celebrando el Concilio Vaticano I y Roma se encontraba llena de obispos de todo el mundo, entre ellos cuarenta y tres españoles.

El 8 de marzo, el futuro rey, recibió la Eucaristía y la Confirmación de manos de su padrino, el Papa Pío IX, en la basílica de San Pedro. Dos días más tarde, tras los consejos del Conde de Cheste y visto que su presencia incomodaba a algunos medios vaticanos, el “Marqués de Covadonga” emprendió rumbo a París. Todo ello muy a pesar de su madre, que hubiera deseado una estancia más larga en espera de una adhesión del Pontífice a sus derechos dinásticos.

Unos meses después, el 25 de junio de 1870, Isabel II abdicó en favor de su hijo y decidió formarle en las mejores academias europeas de la época. Así, el 2 de enero de 1872, llegó a Viena para ingresar en la prestigiosa Real e Imperial Academia del Theresianum, fundada en 1746 por la reina María Teresa para educar a personas pertenecientes a la aristocracia y nobleza mundial, aunque principalmente estaba dirigida a la europea. Por aquel entonces esta fundación era refugio para varias coronas depuestas y un destino perfecto para formar al futuro heredero de la dinastía borbónica en España.

La reina, inscribió a su hijo en el Theresianum de Viena con el seudónimo habitual de “Marqués de Covadonga”, aunque en realidad casi todo el mundo sabía quién se ocultaba bajo ese título. Allí permaneció hasta la primavera de 1874, época en la que se traslada a Inglaterra para continuar sus estudios en la acreditada Academia Militar de Sandhurst.

A finales de ese mismo año, tras el pronunciamiento del General Martínez Campos en Sagunto, y ya con Cánovas del Castillo como Jefe del Gobierno provisional, tras el derrocamiento de la I República, el joven príncipe dejó de ser el “Marqués de Covadonga” y entró en España con el nombre de Alfonso XII.

Javier Remis Fernández
(Museo de Covadonga).

NOVENA A LA VIRGEN DE COVADONGA 2018


domingo, 27 de agosto de 2017

Novena en honor de Ntra. Sra. de Covadonga 2017

NOVENA A LA SANTINA 2017

(Año Jubilar Mariano 2017-2018)




Todos los días a las 6 de la tarde en la Basílica de Covadonga

Día 30 de agosto: María, Madre del Creador
(Excmo. y Rvmo. D. Jesús Sanz Montes - Arzobispo de Oviedo)

Día 31 de agosto: María, Madre del Cristo
(D. Jorge Juan Fernández Sangrador - Vicario General)

Día 1 de Septiembre: María, Madre de la Iglesia
(D. Andrés Fuentes Calero - Vicario Judicial)

Día 2 de Septiembre: María, Madre de misericordia
(D. Antonio Vázquez Escobar - Vicario de Pastoral)

Día 3 de septiembre: María, Salud de los enfermos
(D.Jesús Emilio Menéndez Menéndez)

Día 4 de septiembre: María, Refugio de los pecadores
(D. José Julio Velasco Bolaño - Vicario de Oviedo-Centro)

Día 5 de septiembre: María, Consuelo de los afligidos
(D. Jaime Díaz Pieiga)

Día 6 de septiembre: María, Ideal de Santidad
(D. Sergio Martínez Mendaro - Rector del Seminario Metropolitano)

Día 7 de septiembre: María, Virgen fiel
(D. Adolfo Mariño - Abad de Covadonga y Vicario de Gijón-Oriente)


Día 8 de septiembre a las 12:00 h.
 Festividad de Nuestra Señora de Covadonga
Misa Solemne presidida por el Emmo. y Rvdmo. D. Ricardo Blázquez Pérez 
Cardenal Arzobispo de Valladolid y
 Presidente de la Conferencia Episcopal Española

viernes, 4 de agosto de 2017

Nuevo Abad en el Santuario de Covadonga

Covadonga tiene "una misión religiosa y no turística", dice el abad al tomar posesión. 
Artículo de Cristina Corte publicado el 4/8/2017 en el diario La Nueva España. 

"El Santuario tiene que estar abierto al resto de la Diócesis y al resto del mundo", pero tiene un trasfondo religioso y no turístico. Así lo señaló ayer el nuevo abad del Santuario de Covadonga, el avilesino Adolfo Mariño Gutiérrez, minutos antes de tomar posesión de su cargo en la basílica del Real Sitio. La ceremonia, oficiada a mediodía por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, fue sencilla (duró 17 minutos) por expreso deseo del nuevo abad que, según los que le conocen, huye de toda ostentación y parafernalia. 
El acto, en el que participaron 18 sacerdotes, fue seguido de cerca por más de medio millar de fieles y curiosos. "Mira, si es el arzobispo", se sorprendían algunos asistentes antes de tomar asiento para participar en la misa que tuvo lugar tras la toma de posesión de Mariño. En los primeros bancos de la basílica de Covadonga también se pudieron vislumbrar rostros de la política como el del alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro y la diputada del PP Marifé Gómez. La congregación de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, que desde 2014 se ocupan de la Casa de Ejercicios del Santuario, también quiso arropar al nuevo abad, en un evento que sirvió para la toma de posesión como canónigo de Covadonga de Alejandro González Alonso "Jano", que además se ocupará de las parroquias de Amieva y Ponga como lo lleva haciendo desde el verano de 2014. "En estos momentos en que parece que la fe no es tan manifiesta Covadonga ha significado algo incluso para los no creyentes", celebró "Jano". 
El nuevo abad de Covadonga, que desde 2003 se ocupaba de la parroquia de San José de Gijón, toma el relevo de Juan José Tuñón Escalada (que ejerció casi una década) en un momento crucial para Covadonga: el del centenario de la coronación canónica de la Santina, que se celebrará entre el 8 de septiembre de 2017 y el 8 de septiembre de 2018. Algunos aspectos de la toma seguirán en manos de Tuñón, especialista en patrimonio e historia de la Iglesia de Asturias que supervisará la reestructuración del Museo de Covadonga y de la exposición temporal que allí tendrá lugar. Tuñón, que no acudió ayer a la ceremonia, ha sido designado como párroco de San Francisco de Asís (Oviedo). 
A poco más de un mes para la celebración de la fiesta de la Santina (el 8 de septiembre), Mariño reconoció que tiene por delante "una gran responsabilidad" y prometió trabajar duro. El abad, que nació en Avilés en 1953 y fue ordenado sacerdote en mayo de 1979, aclaró que su misión es "religiosa, no turística". 
No obstante desde su nombramiento los visitantes notan cierta relajación en las normas de protocolo en Covadonga. Un ejemplo: hasta ahora sólo algunas personalidades notables o equipos de fútbol como el Sporting o el Oviedo podían posar junto a la Virgen de Covadonga en la Cueva. Un cartel ubicado frente a la imagen de la Santina prohibía expresamente tomar fotografías a la gente de a pie, una medida que el nuevo abad ya manifestó en sus círculos más cercanos la intención de abolir.

sábado, 18 de enero de 2014

Orígenes del cristianismo en Cangas de Onís. Covadonga.

Para comenzar con la historia de la parroquia de Cangas de Onís debemos retrotraernos hasta nuestros orígenes, fundamentados en Covadonga y en la fe cristiana. Esa fe cristiana fue introducida por el sur de España a comienzos del siglo I de la mano de Santiago a quien se cita como primer evangelizador, aunque también es muy probable la presencia de San Pablo. De este modo, ya hacia el año 250 se pueden documentar diócesis con obispos en las cercanas provincias de León y Astorga. Es probable que desde allí viniesen misioneros hacia Asturias ya que los primeros testimonios cristianos que aparecen en nuestro concejo son lápidas o estelas funerarias encontradas en Coraín, Corao, Soto de Cangas o Gamonedo y que datan, según los historiadores y arqueólogos, de entre los siglos IV y V. Resulta sorprendente que estas localidades se encuentren tan cercanas a Cangas de Onís, pero más sorprendente es aún que en una de ellas aparezca la inscripción Dominica, porque el topónimo de Covadonga se dice que procede de la palabra latina Cova Domínica, es decir, Cueva de la Señora, la cual fue evolucionando hasta llegar a la expresión que conocemos hoy en día. La misma toponimia nos indicaba que el río que surge bajo la Santa Cueva era denominado como el río Diva, es decir, de la Diosa, por lo tanto es posible que ya existiera algún tipo de veneración precristiana. Otras piezas que corroboran esta posibilidad son algunos de los objetos litúrgicos de época visigoda hallados en la Mina del Milagro, situada en el limítrofe concejo de Onís, pero en la raya divisoria con el  nuestro.
La abundante bibliografía que existe sobre Covadonga no ha resuelto definitivamente los grandes interrogantes planteados en torno al hecho histórico, personajes que en él participaron y desarrollo posterior de estos eventos. Parece que hoy nadie duda de la existencia de una realidad auténtica: Covadonga aparece siempre como lugar donde comienza a decaer la invasión musulmana y es donde nace Asturias como reino. Aquí hubo sin duda alguna unos sucesos que, llámense batalla, escaramuza o alzamiento fueron el origen de nuestra historia, de la historia de España y en buena medida de la Europa Cristiana, y en ese origen siempre aparecen don Pelayo y la Santina. Otras preguntas son de muy difícil precisión. ¿Existía ya culto en Covadonga antes de la llegada de Pelayo? ¿Realmente hubo una gran batalla, como nos comentan las crónicas cristianas bajo el mando de Pelayo contra los musulmanes o sólo fue una escaramuza de apenas un puñado de hombres, como nos cuentan las crónicas árabes? Distintas han sido las repuestas dadas por los historiadores a estas interrogantes a lo largo de la historia. ¿Hubo intervención divina? ¿Actuó Pelayo movido por el deseo de defender la fe de los suyos ante el invasor musulmán o defendía simplemente sus posesiones amenazadas? Entre historia, religión, tradición o leyenda, Covadonga ha ocupado y ocupa el corazón de todos los asturianos y de millones de personas que ven aquí nuestras primeras raíces y el origen de nuestra fe.
No existe ningún documento que nos dé constancia de los comienzos de la veneración a la Virgen en la Santa Cueva, sino que  hay que buscarlos en la tradición, y ésta se refiere a que, anteriormente a la llegada de Pelayo, a comienzos del siglo VIII, ya era venerada una imagen de la Virgen por un ermitaño. En esas mismas fechas tropas islámicas invaden el sur de la península y en pocos años van conquistando aquel terreno por el que pasan hasta llegar al Norte. En Covadonga Pelayo, junto con un grupo de asturianos y de cántabros, se sublevó contra ellos, refugiándose en la Santa Cueva y pidiéndole intercesión a la Virgen.
Tampoco se sabe nada acerca del lugar de nacimiento de Pelayo. Mientras que unos lo sitúan en Toledo,  en Tuy (Galicia), o en Cantabria, otros, sin embargo, los que somos asturianos, decimos que era un guerrero astur. Lo que sí se sabe es que era hijo del duque Fáfila, que luchó como espatario al lado de don Rodrigo en la Batalla de Guadalete (año 711) y que, con un pequeño grupo de tropas vencidas, llegó a Covadonga para refugiarse. Aquí incitó a la población a manifestarse contra el dominio musulmán y, refugiándose en la Cueva, imploró la protección divina.
Las tropas cristianas lo eligieron como el hombre que los había de liderar, y así lo proclaman en el año 718, fecha que se toma como inicio de La Reconquista, pero no es hasta el año 722 cuando tiene lugar la Batalla de Covadonga, en la cual las tropas cristianas se proclaman vencedoras. Tras la batalla, Pelayo fue aclamado rey o líder de los asturianos y durante 57 años estableció la capital del Reino en Cangas de Onís. Juró sobre una cruz de madera de roble, que posteriormente fue recubierta de oro y piedras preciosas. Es la llamada Cruz de la Victoria, actualmente en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo y una de las piezas de orfebrería alto medieval más importante que se conocen en Europa. En numerosas pinturas prerrománicas asturianas aparece representada esta cruz con las letras del alfabeto griego alfa y omega, es decir, principio y fin, como Dios es principio y fin de todas las cosas.
A su muerte, en el año 737, fue enterrado en la que hoy conocemos como iglesia de Santa Eulalia de Abamia, aunque posteriormente sus restos se trasladaron a la Santa Cueva en tiempos de Alfonso X “El Sabio”, ya en siglo XIII. En realidad pudiera ser que sólo se llevara algún resto porque, según comenta el Conde de la Vega del Sella en su obra El dolmen de la Capilla de Santa Cruz, según versión oída a un testigo presencial, en la visita que hizo el Rey Alfonso XII al Santuario de Covadonga, fueron examinados los sepulcros que allí se encuentran, no hallándose en el de Pelayo más que un fémur de grandes dimensiones y una chapa delgada de plata en forma de doble cinto”.
Su hijo Favila es quien le sucede en el trono. Bajo su corto mandato, que apenas dura dos años (737-739), como es sabido a causa de las feroces garras de un oso en la cercana localidad de Llueves, casi no existen hechos que resaltar, excepto la construcción de la capilla de la Santa Cruz, que fue edificada sobre un dolmen pagano para venerar la tosca cruz de roble que su padre había enarbolado como símbolo del cristianismo en la batalla de Covadonga.
Esta es la primera capilla edificada en nuestro concejo, puesto que la de Covadonga es posterior. Fue levantada en el año 740 por el rey Alfonso I, quien estaba casado con Hermesinda, hermana de Favila e hija de Pelayo. Seis años más tarde (746), y según la tradición, es el mismo Alfonso I quien funda el monasterio de San Pedro de Villanueva, regido por monjes de San Benito hasta la desamortización de 1835. Esta orden benedictina es la que se cree como la primera orden que rige el Santuario de Covadonga y la iglesia de Cangas de Onís.

La época de la monarquía asturiana marcará a partir de entonces el devenir del cristianismo. Durante el reinado de Alfonso I llegó a Liébana el Lignum Crucis. Bajo el reinado de Silo, Beato de Liébana defiende la ortodoxia y la hace triunfar con la ayuda del Papa y de Carlomagno frente al adopcionismo, que intentaba degradar la divinidad de Cristo. Bajo el mandato de Alfonso II, se descubre el sepulcro de Santiago y éste es el primero en peregrinar, iniciando así el hoy denominado Camino de Santiago. También llegó a Oviedo el Arca Santa junto con el Santo Sudario, que fueron y son objeto de numerosas peregrinaciones. Ante estos hechos tan transcendentes podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuántas regiones de Europa han hecho una aportación similar a la historia del catolicismo?.
Javier Remis Fernández
(Primer capítulo del Libro Cangas de Onís, historia de una parroquia)

sábado, 6 de abril de 2013

COVADONGA, Música desde los más alto.

El real sitio, sede de la presentación de un CD con piezas grabadas con el órgano mayor, con el que se pretende proyectar la imagen del santuario fuera de Asturias.

No había escenario mejor. El imperial sonido del órgano mayor ubicado en lo alto de la basílica de Covadonga actuó ayer de improvisado expositor para dar a conocer una obra musical que ayer vio la luz por primera vez en forma de CD. El organista Heinrich Walther, protagonista del disco, fue el perfecto maestro de ceremonias. Nada mejor que una demostración de su sapiencia musical para poner los dientes largos a los numerosos amantes de la música de órgano que ayer se dieron cita en el Real Sitio.
El CD presentado ayer en la Casa Capitular de Covadonga muestra una deliciosa combinación de piezas para órgano de Mozart, Brahms, Liszt y Bach, interpretadas por Walther en el órgano mayor de la basílica de Covadonga y en el órgano de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery de Avilés. Ambos instrumentos han sido creados por los talleres del maestro organero Federico Acitores. La edición del CD que se pondrá a la venta para su distribución en España y Europa, ha sido producida por la discográfica alemana «Organum Classics», especializada en la edición y difusión de música de órgano.
El compacto podrá ser adquirido también en las tiendas del Real sitio con el objetivo de poner a disposición de peregrinos y visitantes la calidad musical de un instrumento que a diario acompaña las celebraciones litúrgicas de la basílica de Covadonga. El abad de Covadonga, Juan José Tuñón Escalada, destacó durante la presentación que «con la colaboración de unos pocos pueden salir grandes cosas». Uno de los objetivos de este disco es según el abad proyectar la imagen de Covadonga y de Avilés fuera de Asturias, así como transmitir la espiritualidad que emana del Real Sitio.
Tuñón Escalada destacó la apuesta por la potenciación musical a través de las diferentes actividades llevadas a cabo por la Escolanía o de los cursos de verano organizados para jóvenes músicos, proyectos estos que forman parte del ámbito pastoral del Santuario de Covadonga en su vertiente cultural.
Heinrich Walther profesor en el Conservatorio Superior de Friburgo y los Conservatorios Superiores de Música Sacra de Heidelberg y Rottemburgo del Néckar, además de organista titular de la iglesia de Saint-Matthieu de Colmar (Francia), aseguró poco antes de interpretar algunas de las piezas incluidas en el CD que para él ha sido «un placer grabar este disco con estos instrumentos».
Publicado por Emilio G. Cea
La Nueva España, 6 de abril de 2013

domingo, 3 de marzo de 2013

Donaciones del Concejo de Onís a la Virgen de Covadonga.

En 1918 tuvo lugar la Coronación canónica de la Virgen de Covadonga. Ese mismo año, en toda Asturias se formaron Juntas Diocesanas para recaudar fondos a modo de ofrendas o donativos con el fin de sufragar los gastos de los actos previstos, así como realizar una corona para la Virgen. Lo recaudado en la Parroquia de Santa Eulalia de Onís, según nos cuenta el periódico El Candil del Hogar, sumó un total de cuatrocientas cincuenta pesetas con cuarenta y cinco céntimos, cifra nada desdeñable para un concejo tan pequeño y para la fecha en la que se llevó a cabo.
Estos donativos se reflejan en la Revista Covadonga de fecha 6 de marzo de 1918. En ésta aparecen los nombres de vecinos de Benia, Talavero, Sirviella, Villar y otros pueblos. Seguro que muchos vecinos del concejo de Onís hoy todavía reconocen a personas y familiares que aparecen en esta lista.
 
 Los donativos fueron los siguientes:
     Nombres                                    Donativo
José Muñiz                              50 Ctmos.
Inocencio Niembro                25 Ctmos.
Policarpo Díaz Caneja           50 Ctmos.
Enrique del Cueto                  10 Ctmos.
Luisa del Collado                   50 Ctmos.
Elvira Traviesa                       10 Ctmos.
Carmen Martínez                         1 Ptas.
Florentina Álvarez                 25 Ctmos.
Ramón Remis                         25 Ctmos.
Antonia Sánchez                    25 Ctmos.
José Cayarga                           10 Ctmos.
María Cayarga                        10 Ctmos.
Celestina Álvarez                   25 Ctmos.
Perico González                     15 Ctmos.
Natividad Amieva                 25 Ctmos.
Concha Noriega Labra                5 Ptas.
Agustina Niembro                 50 Ctmos.
Balbino Remis                        25 Ctmos.
Petra Riaño                             20 Ctmos.
Ana Piñán                                     5 Ptas.
Concepción del Coro             50 Ctmos.
Esperanza Teresa                         1 Ptas.
Victoria Suárez                       20 Ctmos.
Pepín Teresa                            2,50 Ptas.
Luisa Remis                             2,50 Ptas.
Alfonso Sierra                         50 Ctmos.
Vicente Iglesias                             1 Ptas.
María Huerta                          20 Ctmos.
Teresa Remis                          20 Ctmos.
Amalia Meré                           20 Ctmos.
Alejandro Tomás                   50 Ctmos.
Antonia Labra                        15 Ctmos.
Rufina García                                1 Ptas.
Visita Martínez                       50 Ctmos.
Laura Iglesias                         10 Ctmos.
Jacoba Huerta                         10 Ctmos.
Cándida Gavito                      25 Ctmos.
Eustaquia Quesada                10 Ctmos.
María Muñíz                             5 Ctmos.
Cándida Berdayes                  10 Ctmos.
Josefa Rodríguez                    10 Ctmos.
Agustina Sierra                      10 Ctmos.
Quintina Álvarez                   10 Ctmos.
María Díaz                              10 Ctmos.
María Díaz                              10 Ctmos.
Silvio del Collado                  10 Ctmos.
Roque Fernández                   10 Ctmos.
Prudencia Remis                    10 Ctmos.
Amadora Suárez                    10 Ctmos.
Isabel Pérez                             50 Ctmos.
Félix Martínez                        50 Ctmos.
Antonio Merino                     10 Ctmos.
Fernando Alonso                         2 Ptas.
Amalia Pellico                        10 Ctmos.
Isabel Remis                            10 Ctmos.
Josefa Álvarez                        50 Ctmos.
Antonia Álvarez                           1 Ptas.
Ginés Priede                           50 Ctmos.
Faustina Noriega                   50 Ctmos.
Consuelo Suárez                      5 Ctmos.
Luisa Noriega                           100 Ptas.
Filomena Gómez-Pellico
de Iravedra                                100 Ptas.
Carmen Posada                            5 Ptas.
Teresa Ibusurrinsaga                   5 Ptas.
María Bustillo                               1 Ptas.
Virginia Zapín                              1 Ptas.
Carmen Noriega                           5 Ptas.
Consuelo Noriega                        5 Ptas.
Concha Noriega                           3 Ptas.
Emilia Fiquet de Noriega            3 Ptas.
Concha González                         5 Ptas.
Manolina González                      2 Ptas.
Samuel Casado                             1 Ptas.
Robustiano Villoria                      5 Ptas.
Francisco Peláez                           5 Ptas.
Soledad Peláez                             1 Ptas.
Ramona Peláez                             1 Ptas.
Josefa Peláez                                 1 Ptas.
Lolina Solaurre                       50 Ctmos.
María Solaurre                        50 Ctmos.
Milagros Cosío                             5 Ptas.
Benito Inclán                                 5 Ptas.
Eugenia Arango                           5 Ptas.
Ángel Niembro                            1 Ptas.
Celestina Martínez                       5 Ptas.
Francisco Díaz                        10 Ctmos.
José María Díaz                      10 Ctmos.
Joaquina Fernández               10 Ctmos.
Manuela Amieva                   25 Ctmos.
Miguel Blanco                        25 Ctmos.
Ramón Remis García             25 Ctmos.
Pilar Velasco                                 1 Ptas.
Teodora Velasco                           1 Ptas.
Alberto Abascal                     2 5 Ctmos.
Miguel Noriega González          2 Ptas.
Visita Valle                              10 Ctmos.
Esperanza Marcos                        1 Ptas.
Los Cadenabas                             2 Ptas.
Conchita Carrillo                          1 Ptas.
Ramona Sotres                       10 Ctmos.
Petra Esperanza Huerta        20 Ctmos.
Ramona Remis Peláez           30 Ctmos.
María Llaca                             50 Ctmos.
Carmen Bustillo                     50 Ctmos.
Benita Iglesias                         25 Ctmos.
Enrique Noriega                           1 Ptas.
Florentina Niembro               50 Ctmos.
Adelaida Gutiérrez                50 Ctmos.
Ramona Pantiga                     20 Ctmos.
Mª Paz Gómez-Pellico                 5 Ptas.
Ramona Sotres                       10 Ctmos.
Matilde Sotres                        25 Ctmos.
Sinforiana Cosío                     30 Ctmos.
Higinia Blanco                        50 Ctmos.
Un católico                                    1 Ptas.
Pido perdón si en algunos nombres o apellidos aparecen errores. Los que he visto los he corregido. Al no conocer a muchas de las personas los nombres que fueron transcritos en la Revista Covadonga aparecen con erratas.

Sirva esta lista de homenaje a todos aquellos vecinos de Onís que coloboraron en los actos de Coronación de la Santina y que Dios los tenga en su gloria.